Partamos por lo menos grato. Tailandia está literalmente al otro lado del mundo. Desde Chile son más de 30 horas de viaje entre vuelos y escalas. Y cuesta un par días adaptarse a las diez horas de diferencia horaria. Lo bueno es que se pasa rápido.
Mi primera impresión al llegar al aeropuerto internacional de Suvarnabhumi es de asombro. Es moderno y amigable, cada detalle parece pensado en el turista. A pesar de mi enorme maleta, me anino a tomar el tren que está en el subterráneo del mismo terminal y que conecta con el metro hasta el centro de la ciudad. Después de varios transbordos y de preguntar por aquí y por allá, llego a mi hotel ubicado junto a la ribera del río Chao Phraya, en el otro extremo de la ciudad No haberme perdido es para mí un tremendo logro. De inmediato me siento segura, me gusta Bangkok. Aunque para muchos turistas la capital de Tailandia es una ciudad de paso, donde no destinan más de dos días, mi idea es estar una semana. Viajo sin apuros. Descubro una capital moderna y llena de contrastes, con edificios y hoteles de lujo, pantallas gigantes en los accesos públicos, un sistema de metro muy fácil de usar ya que toda la señalética está en inglés, conductores de tuk tuks que le dan un toque llamativo a sus calles y decenas de templos budistas Aquí la religión parece impregnarlo todo. El 95% de la población practica el budismo theravada. Y eso se nota en su gente que cree en la ley del Karma.Teniendo buenas acciones en esta vida, podrán asegurar una buena re encarnación. Los Tailandeses son amables y cordiales, saludan con una sonrisa y un hola o “Sawaddee ka ” que pronuncian junto con inclinar la cabeza y juntar sus manos a la altura de la nariz en señal de respeto. Un gesto que me resulta tan cordial que involuntariamente termino copiándolo cada vez que saludo a un extraño. Me lleno de alegría y paz cada vez que recibo y devuelvo este saludo.
Imperdibles de Bangkok:
1. Navegar por el río Chao Phraya y perderse en sus canales.Tomar la embarcación pública (de bandera naranja) que es la que utilizan los locales y bajarse en los principales muelles para recorrer los alrededores
2. Visitar las instalaciones del Gran Palacio, un enorme complejo ubicado en el centro histórico donde es posible dimensionar la grandiosidad de su religión, su historia y su cultura. Muy cerca está el What Pho, el templo que alberga al gigantesco buda reclinado. Mide unos 46 metros de largo y está recubierto de oro.
3. Tomar un tour a uno de los mercados flotantes en los alrededor de Bangkok y mejor aún, visitar el train market que pasa varias veces al día justo al medio del mercado. Una experiencia infartante.
4. Probar la comida tailandesa, los fried noodles y el Pad thai son los más populares. Ojo con el spicy, aquí el ají pica muy fuerte.
Que genial Anita!!!! me alegro mucho!!!!! Lugar maravilloso!!!
Gracias Javier, estoy tan feliz de empezar a contar todo lo vivido, fue un viaje increíble y quiero compartirlo!
Amiga seguí tu viaje con interés y que ganas de imitarte.
Mi querido José Miguel, gracias por seguirme en esta aventura que me ha cambiado la vida, ojalá algún día puedas hacerlo ! Te dejo un abrazo.
Por ahora viajaré contigo Anita, me hubiese gustado haberme enterado antes de tu aventura, así hubiese dejado volar mi imaginación mucho antes.
Sigue asi anita te felicito lo que estas haciendo es mi sueño de toda la vida saludos paula